Día
posterior de elecciones y lluvia de hostias para todos lados a modo de
ventilador. Pero sobretodo dejando claro la gran participación de la demagogia
que llevamos interiorizados cada uno de nosotros.
Para
mí sería muy fácil decirlo de otra manera pero intentaré mantener la compostura
en todo momento.
Ha
vuelto a ganar la derecha más retrógrada, enmascarada en un centro-derecha, en
el que en este país le llamamos Partido Popular y de verdad que yo no entiendo
nada. Aquí sí que hago un pequeño inciso desde la más pura ignorancia, ¿para
qué sirven tofos los movimientos sociales acaecidos en los últimos tiempos?,
¿de que sirven todas las manifestaciones masivas que se han ido produciendo al
cabo de los años?, ¿qué pasa con los recortes? Pues mira, como no sea que se ha
despertado el instinto masoca en una especia viral de epidemia imparable no le
encuentro sentido lógico a la actuación de ayer en las urnas. De verdad,
incomprensible totalmente.
Ahora
resulta que apoyamos los desahucios, los recortes en salud y educación, los
recortes más duros de una democracia al estado del bienestar, a los
trabajadores y a las clases más desprotegidas, esa política más fascistas y
discriminatoria favorable sólo para algunos. De verdad, no lo entiendo. Y
después todos, sin excepciones algunas, nos quejaremos de la pésima gestión del
país, de no tener trabajo, de tenerlos precarios y una tasa de paro
elevadísima, de no tener dinero, de no poder (en muchos casos, más de los
debidos) ni llorarle a familiares ni llevarse algo a la boca. Sois gente
incomprensible, demagogos, descarados que se os llena la boca de palabras y
después reculáis en los actos.
Si
que es verdad que hay que sacarle la parte positiva a todo, los populares así
como los socialistas, en un acto medio divino medio de conciencia social han
perdido escaños y votos. Y en otro acto celestial la izquierda de verdad ha
ganado ventaja frente a la escoria que les rodea. Debo felicitar también a
partidos desconocidos pero al que hay que seguir muy de cerca como “Podemos”.
Felicidades también por la parte que me toca (Catalunya) por esa victoria tan
sorprendente como merecida de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) que si al
menos yo no les he votado se acercan mucho a mis ideales, sobretodo por el
nombre del partido, izquierda, república y Catalunya.
De
la extrema derecha no voy a hacer ninguna mención porque repudio y asqueo
cualquier apología de éstos.
Y
ya sólo para acabar, no me liaré mucho, simplemente diré que tenemos lo que nos
merecemos y poco sufrimos para como somos. Feliz democracia, feliz desfachatez.