La
reforma fiscal ya ha llegado al Congreso. El ministro de Hacienda, que la
presentaba con símiles marineros, se refería a un motor basado en tres
proyectos de ley, correspondientes a los tres grandes impuestos. IRPF, IVA e
Impuesto de Sociedades.
La
tan anunciada reforma se desarrollará en dos fases, una en 2015 y otra en 2016.
Y devolverá unos 9.000 millones a los ciudadanos, 5.900 millones a través de la
rebaja de IRPF y unos 3.100 por los cambios en sociedades. Montoro lo resumía
así: “(…) Este gobierno va a bajar los impuestos a los Españoles (…) y porque
esto va a mejorar nuestras expectativas económicas.”
Y
aunque podría parecer que yo a partir de ahora me quedara sin argumentos para
despellejar al ejecutivo, cual juguete roto, tengo dos grandes razones para
seguir haciéndolo. La primera, porque no está tan claro que el PP haya cumplido
su promesa de bajar los impuestos, ya que debe compensar toda la subida de IRPF
que aprobó de emergencia al comienzo de la legislatura. Y dos, cuesta entender
cómo podemos permitirnos esta rebaja si atendemos a los recortes salvajes que
hemos sufrido en lo que llevamos de legislatura.
Montoro
hacía estas declaraciones sobre la subida de impuestos: “El dinero recaudado
con la subida de impuestos ha sido un dinero bien empleado. Hemos garantizado
el estado del bienestar y hemos abierto la puerta del crecimiento económico.”.
Efectivamente,
nuestro estado del bienestar ha sufrido un gran deterioro en la última
legislatura. A los recortes en sanidad y educación se suman los de la ayuda a
la dependencia y en general todas las instituciones públicas y trabajadores del
estado.
Por
un lado dicen que nos bajan los impuestos pero por otro los suben. Por otro
lado, dicen que nos podemos permitir esa rebaja pese a que no dejamos de sufrir
recortes. Y además, nos garantizan conservar el estado de bienestar cuando está
más reducido que cualquier salsa de restaurante que se precie.
Lo
que ha hecho el PP desde 2011 es subir todos los impuestos. Ha subido 50 veces
los impuestos. Un record histórico. De hecho, no había precedentes desde Isabel
La Católica. Pero ni siquiera van a cumplir su promesa con el IRPF. Lo que
hicieron fue una subida extraordinaria que ahora van a retirar, por lo tanto,
el año que viene, todos los españoles vamos a pagar lo mismo que pagábamos en
2011. Bueno, todos no. Los más de 600 mil que perdieron su trabajo y tienen una
renta van a pagar menos.
Si
están aplicando tantos recortes, ¿por qué no se reduce el déficit y por qué
seguimos aumentando la deuda pública? La deuda pública desde el 2011 ha
aumentado en 300 mil millones de euros, otro récord histórico. Y el pago de
intereses de la deuda ha pasado de 20 mil millones a 30 mil millones. Por lo
tanto, el año que viene tendremos un problema adicional. El mismo de este año,
pero además con 5 mil millones menos de recaudación.
Y
tanto que ellos se quejan de esa herencia desastrosa que les dejo Zapatero,
¿Qué herencia les dejarán ellos al siguiente gobierno?, ¿qué vida nos espera?,
¿qué pasará con nosotros? Pues de momento deberemos sobrevivir a los años que
les queda a estos del PP…