sábado, 24 de enero de 2015

El silencio: una respuesta

Proseguimos con el monotema catalán, Ciutat Morta. Y es que cada día que pasa salen más informaciones que hacen poner los pelos de punta.

El otro día pudimos ver un debate en la televisión pública catalana en el que participaban personas de ambos lados. Por una parte responsables del actual gobierno de Barcelona, del gobierno del 2006 y el representante del sindicato de la Guardia Urbana de Barcelona. Pues bien, si alguien tenía la ligera sensación que se iba a resolver algo, lo siento, porque aún se dejó más claro el nivel de incompetencia que como si fuera un virus se ha ido expandiendo e infectando a todos los que manejan un poco de poder.

En la publicación anterior dije que la Guardia Urbana de Barcelona tenía más denuncias que el cuerpo policial de Mossos d’Esquadra. Quiero rectificar y pedir perdón. Lamento haber dicho lo que dije, lo correcto es lo siguiente: no sólo tiene más denuncias en comparación con los Mossos d’Esquadra sino que la Guardia Urbana es el cuerpo policial que más denuncias acumula del Estado Español. Felicidades desde aquí a todos los agraciados.

El sindicato, por su parte, cuando conoció que los dos mismos agentes que testificaron en el juicio del caso 4F fueron condenados (posteriormente) por torturas y falsedad en otro caso diferente solicitó el indulto de éstos. Por fortuna no se les concedió. Además, recordar que los dos agentes gozan de una pensión vitalicia que la CGT denuncia irregularidades en la concesión.

Tanto es así que el Consejo Europeo emitió un informe hace un par de días, como hace anualmente, en el que deja al Estado Español como uno de los estados europeo con más casos de torturas en centros de detención. De hecho lo pone al mismo nivel que Bulgaria, Ucrania, Grecia, Hungría, Armenia, Macedonia y Moldavia. Es más, lo que más les preocupa al Consejo es la impunidad en la que quedan los agresores. Cuando esto es sacado a la luz, las autoridades callan, ¿es ese silencio una respuesta?, ¿es ese silencio todo lo que tienen que decir? Que la policía que depende de ti se la acuse de torturar, ¿no es motivo suficiente como para investigar?, ¿para cambiar protocolos?, ¿para cambiar actuaciones? Parece que más que un caso de nuestro mundo lo tenga que juzgar un tribunal del Cuarto Milenio.

El Síndic de Greuges, el defensor del pueblo catalán, denuncia anualmente (también) que las comisarias de la Guardia Urbana de Barcelona no disponen de las garantías de salvaguarda de los derechos de los detenidos. Una vez más el silencio es su respuesta.

Cuando se habla de un juicio de garantías, entre otras, se habla del derecho a la presunción de inocencia. Lo que quiere decir que ante la duda prevalece la inocencia. Como ya dije en el post anterior, la jueza creyó la versión oficial, respaldada por los dos policías juzgados posteriormente, sin tener pruebas en contra de los acusados. De hecho, a los acusados, se les negó aportar testimonios que corroborarían la versión de los condenados. La madre de Rodrigo Lanza, uno de los condenados, dijo conocer testigos de vecinos asomados la noche del 4F que habían sido amenazados e identificados por policías para que no hablaran, ¿verdad, ficción? Nunca se podrá saber, pues su opción de explicarse no fue aceptada. También hay que decir que las mismas personas que debían aceptar o no las pruebas eran las mismas que juzgaban. Eran seres omnipotentes. Es decir, conocían el contenido antes de denegar su aportación, con lo cual, se podría decir que la sentencia podría estar ‘contaminada’. ¿Justicia imparcial?, ¿garantías judiciales?, ¿presunción de inocencia? Una vez más, el silencio como respuesta.

Se acusa al documental de ser únicamente de un solo bando y defender sólo a una parte. Los directores ya informaron en su día que invitaron a participar en el documental a todas las partes. Y han salido las que aceptaron la invitación, vamos solo los acusados. Hasta aquí todo dentro de lo previsto. El dato curioso es que los mismos que denegaron la invitación y que acusan al documental y a los directores de ser partidistas de una sola versión son los mismos que defienden a pies juntillas solo una versión. Si tú acusas a alguien de hacer lo que tú haces, ¿qué credibilidad tienes? Entiendo que no hay que morder la mano que te da de comer, pero esta muy feo no escuchar o valorar la otra versión. Además que de un punto de vista objetivo quedas desacreditado para manifestar ese ‘malestar’ que te genera el que no escuchen tu versión.

Nadie le niega la condición de víctima al agente tetrapléjico, al Sr. Salas. Y nadie duda del dolor que han padecido y que padecerán para el resto de la vida. Pero aquí no hay que olvidar que el verdadero culpable (o culpables) no han estado juzgados, ni condenados. De hecho, nadie sabe quién o quiénes han sido. Asimismo quiero aclarar que el documental no se centra en ¿maceta o piedra?, sino más bien se centra en las irregularidades que se han podido llegar a cometer alrededor de todo el caso 4F.

La versión catalana del diario El Periódico saca en portada el viernes 23 de enero a Rodrigo Lanza y en entrecomillado un titular que dice así: <<Tu compañero tampoco pudo darme la mano>>. Según un atestado policial del 2014, y habiendo sido ya estrenado el documental, Rodrigo, presumió de haber sido él el agresor. Además El Periódico añade otro titular que dice: “La policía municipal denunció al joven chileno por otro incidente que el juez desestimó”. Conociendo como se conocen delitos de falsedad, como de corrupto es el sistema, ¿por qué debemos creernos ahora ese atestado?, ¿qué garantías hay que sea cierto? Otra vez, el silencio a modo de respuesta.

Xavier Artigas, codirector del documental, menciona a un periodista, Jesús Rodríguez, como torturado por la policía. Agentes de la Guardia Urbana con miedo a denunciar torturas por las represalias que conllevaran contactaron con él para confesarle que actos así habían sucedido y sucedían. Además el sindicato policial estaría estudiando denunciar a un exagente de la Guardia Urbana por confesar y denunciar en un vídeo publicado en YouTube torturas en el cuerpo policial en lugar de investigar si internamente eso ha sucedido y posteriormente denunciar en el caso que realmente sea falso.

Con todo el pestazo a mugre corrupta. Con todo el tufo franquista en los puestos judiciales. Con toda la basura que tenemos ¿quién puede confiar ciegamente en la justicia?, ¿quién puede confiar en que la policía te salvaguarde?, ¿quién esta dispuesto a aceptar la separación de poderes? Y es que a través de este documental los ciudadanos no es que desconfiemos del sistema, es que ya lo veníamos haciendo de antes. Quiero recordar que cuando la mierda se remueve, siempre huele. Y aquí, apesta.

miércoles, 21 de enero de 2015

La democràcia és morta

También el periodismo y la libertad de expresión. Más que nunca deberíamos de reflexionar todos y saber pedir perdón al paso del tiempo.

Me refiero concretamente al gran revuelo que se ha creado en Cataluña a partir de la emisión, en un canal filial al de la Televisió de Catalunya (TV3), de un documental en el que se deja en entre dicho los actos policiales de la guardia urbana de Barcelona un 4 de febrero del 2006, bautizado desde entonces como 4F.

Dicho documental emitido en el canal 33, un sábado a las 22h, obtuvo una cuota de pantalla de casi el 20% en Cataluña. Estamos hablando que ha sido la emisión más vista desde el nacimiento del canal, con lo cual nos estamos moviendo en audiencias muy discretas.

Los hechos que el documental relata son como ese día se celebraba una fiesta en un edificio propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, abandonado y conquistado por okupas, en el que un guardia urbano acaba en estado vegetal. El policía es agredido con un objeto que le impacta en la cabeza, le desploma y automáticamente le deja tetrapléjico para el resto de la vida. A partir de ese momento, son detenidos 9 jóvenes, de los cuales 5 son encarcelados. 5 jóvenes juzgados y encarcelados por algo que nunca cometieron. Es en ese momento de la detención en donde los muchachos reciben palizas y torturas por parte de la guardia urbana y en que se celebra un juicio sin garantías. En un primer momento se les acusa de haber lanzado una piedra  que impactó en la cabeza del policía en estado vegetal y es por ese motivo por lo que son condenados. Pero no todo lo trágico concluye ahí. Una de las condenadas, Patricia Heras, se suicida en su primer permiso penitenciario. Acto que lleva a cabo a razón de las vejaciones a la que es sometida sistemáticamente, al trauma de estar cumpliendo condena por algo que nunca cometió y al no ser capaz de gestionar en un momento dado el pasar de estar encerrada entre cuatro paredes y obtener todo un mundo completamente diferente: ‘libre’.

El documental, llamado ‘Ciutat Morta’ (ciudad muerta) detalla todo un seguido de irregularidades cometidas por parte de los políticos de aquel momento, el Partido Socialista, de la guardia urbana de Barcelona, de la jueza y de la justicia en general. Sería completamente incapaz de poder hacer un resumen sin dejarme cosas importantes por el camino. Lo más destacado es que se condenaron a los adolescentes sin tener prueba alguna que les inculparan directamente. En un primer momento, el alcalde de aquel año, Joan Clos (PSC), en una entrevista dijo que había sido una maceta que había caído (o tirado alguien) desde el tejado según un informe policial que él personalmente había leído. Al ser el Ayuntamiento responsable directo del inmueble automáticamente esa teoría fue eliminada al momento y nunca más se volvió a hablar de la maceta. Se continuó diciendo que había sido una piedra. Hasta 4 forenses de la defensa informaron que de haber sido una piedra lanzada desde una posición horizontal hubiera tenido unas secuelas propias de ese lanzamiento que el policía en coma no tiene. La teoría que fuera una maceta cobraba más sentido, pues el urbano se desplomó, no fue lanzado hacia atrás. 2 forenses de la acusación informaban que sí podría haber sido una piedra por las contusiones que presentaba. La jueza creyó a la acusación. Como digo, nunca se presentaron pruebas incriminatorias. Lo único que se aportó al juicio fueron unas piedras. Pero no las que culpaban a nadie, solamente eran unas piedras “recogidas a unas manzanas” para que la jueza “pudiera imaginarse” como eran los proyectiles que podrían haber acabado en la cabeza del policía. Los acusados fueron detenidos a pie de calle, no dentro del edificio. Exceptuando 2 personas. Patricia (la fallecida) y su acompañante, Alfredo. Ambos habían estado de juerga y regresaban a casa en bicicleta. Con la mala suerte que cayeron de ésta y acabaron en el hospital. Fue entonces ahí, en el hospital, cuando fueron detenidos ambos por haber participado en el acto fatídico. Lo único que se utilizó en contra de Patricia, porque Alfredo fue indultado, fue un mensaje que tenía en el móvil en el que se leía ‘¿te vienes a batear?’. No dramaticen, no se refería a hacer daño a nadie. Sino a un bar del Raval, La Bata de boatiné. El bar era conocido entre su circulo cercano como ‘la bata’. Adjetivo que se fue transformando al largo de visitas habituales en ‘batear’.

¿Cuál es el nexo de unión entre todos los chicos? Sus pintas. Todos vestían de forma no estándar. Uno llevaba rastas, que le fueron arrancadas a base de tirones por los abusos policiales, otro llevaba un look más bien de okupa (sin serlo) y la chica vestía igual que la cantante Cyndi Lauper, con la mitad del cuero cabelludo cortado en forma de cuadros, como un ajedrez.

Eso es un breve resumen de Ciutat Morta que os invito a verlo. Está en YouTube y aunque parte es en catalán lo encontraréis con subtítulos en castellano desde el inicio hasta el fin.

¿Por qué me refiero así a la democracia, periodismo y libertad de expresión? Básicamente porque en un estado de derecho esto nunca hubiera pasado. La presunción de inocencia es vital para el estado de bienestar. Para una justicia imparcial. Y sobretodo para un juicio con garantías. Queda bastante claro, una vez más, que la justicia no es igual para todos. No somos tratados por igual. El que va vestido con traje y corbata goza de unos beneficios que el que va en chándal (por decirlo de alguna manera) no. ¿Populismo? No, realidad. No es de extrañar que alguien incluso cruce de acera porque viene un grupo de personas (o incluso sólo una) vestido de una manera diferente por cierto temor a su reacción al pasar por nuestro lado. No es populismo decir que si tú vas a juicio y eres tú la acusación tienes que presentar pruebas que incriminen a la otra parte. Pruebas verídicas, claro. De no ser así no tienen valor en un juicio. En este caso vemos que nunca se presentó nada que les inculpara a ellos directamente. La defensa solicitó que testificara en el juicio el alcalde de Barcelona para que explicara qué decía ese informe, dónde estaba el informe y quién era el responsable de ese informe que él hacía alusión. Esa solicitud fue denegada.

¿Y el periodismo? Pues el periodismo porque dejó claro en su día la parcialidad total que existe en los medios de comunicación. La mayoría, con su afán de juzgar, achacaron todas las culpas a los jóvenes implicados. Por ser unos (presuntos) antisistema. Cosa que se ha demostrado que podrán ser muchas cosas excepto eso. Cuando la noticia salió a la luz (el 4 de febrero del 2006) todos los diarios se hicieron eco de la noticia. Tanto fue así que se hicieron públicos los vídeos de las declaraciones judiciales. En concreto  La Vanguardia, un diario catalán amigo del poder político que en ese momento gobierne, publicó en su web todos los videos que habían salido a la luz. Todos excepto uno, el más importante. El vídeo, que un juez antes de la emisión por la televisión pública catalana censuró (5 min.), en que se refleja que el encargado de redactar los informes había cometido un delito, la falsedad. Esos 5 minutos de video censurado a día de hoy tiene más visitas en YouTube de lo que en su día el documental obtuvo en la emisión. ¿Cuál es la delgada línea entre la libertad de prensa y el partidismo?, ¿dejamos que nos informen o que nos manipulen?, ¿qué es la objetividad y qué se enseña en periodismo? Entiendo que la imparcialidad cuesta y muchas veces es difícil serlo pero alguien que tiene notoriedad pública, con un escrito en un diario, puede influir más de lo que nosotros nos creamos. De echo, la manipulación llegó (y llega) hasta tal extremo que los 2 policías, en lo que se basó el juicio para determinar la culpabilidad de los 5 encarcelados, están a día de hoy cumpliendo condena en una prisión por torturar, falsificar pruebas y falsificar atestados en otro caso completamente diferente al 4F. Pues bien, en España ningún medio de comunicación relacionó un caso con el otro. Ningún medio catalán se hico eco de la noticia y de la relación que los dos policías tenían con casos anteriores. La única televisión que sacó la noticia y la relacionó con los adolescentes fue la televisión chilena, puesto que todos los detenidos eran extranjeros y concretamente uno chileno.

¿Y la libertad de expresión?, ¿dónde queda el poder decidir qué decir o que ponerte? La ropa no deja de ser una manera de expresarte. Desenfada, divertida, dubitativa… puedes expresar mil cosas con ella. Todos asociamos a un director de una oficina con traje y corbata. O gente que es comercial. A una tribu en concreto. A un hipster, un emo, un punk, unos ‘okupas’… ¿culpamos a todos los okupas de todo lo que pasa relacionado con ellos?, ¿sabéis las cosas acertadas que también hacen?, ¿sabéis que convierten los espacios abandonados en lugares sociales y del barrio haciendo actividades de ocio en el que pueden participar todos los ciudadanos?, ¿los metemos a todos en un mismo saco? Cuando se dicen que los políticos son unos ladrones y saltan corriendo todos para defenderse, ¿por qué nos tenemos que creer su historia y no la de los demás?, ¿por qué, dependiendo de cómo te vistas, tienes más razón que otra persona? ¿A caso tu poder adquisitivo determina tu nivel de culpabilidad?, ¿el que más tiene no roba?, ¿el que menos tiene no es honrado? Tenemos ciertos prejuicios sociales y tendemos a ‘etiquetar’ a las personas, encasillados por nuestra ignorancia y nuestra vista opaca a la realidad. Ahora puede sonar a chiste que alguien diga que los gays eran portadores del SIDA por el hecho de ser gay. Pero hace unos años atrás (y en la actualidad, pero con menos frecuencia) eso pasaba. De hecho, solamente los homosexuales contraían la enfermedad. ¿Disparatada comparación?, es posible. Pero el caso a tratar también lo es.

Me da vergüenza que esto siga pasando. Me da asco vivir en una sociedad presuntamente libre y que después no lo sea. Que cuando hay que callar algo, se calla. Por intereses. Por miedos. Me da igual. Aquí han fallado todos. Desde los políticos, hasta el último mono de esta basura de circo. No se pudieron encontrar pruebas incriminatorias por ninguna parte porque los servicios de limpieza BCNeta acudieron al rato de los altercados y limpiaron la zona de arriba a bajo, por eso las piedras las recogieron de “a unas manzanas” del lugar. De que mierda va hablar el Partido Socialista de Cataluña con todos los pozos negros que tienen desde el PSOE hasta el más miserable. Los policías tienen una pensión vitalicia por daños morales, aún estando en prisión. Pensión que ronda casi los 2.000€. Diría que hay que tener poca vergüenza, pero para tener poca implica haber tenido. Y esta gentuza ni siquiera la ha conocido. Estamos hablando que la Guardia Urbana de Barcelona acumula más denuncias por malos tratos que los Mossos d’Esquadra. ¿Realmente son ellos los que nos tienen que proteger?, ¿qué vida les esperan a estos jóvenes? Pues de entrada a una de ellas ninguna vida le espera. Porque han permitido que esta chica se quitara la vida por culpa de cuatro desgraciados que los han utilizado para que la imagen del okupa decaiga más. Que han servido para culpar de todos los males que la ciudad vivía en ese momento. Vergüenza, indignación, odio, temor, inseguridad... no podría decir todo lo que siento cuando veo estas cosas. ¿Son ellos los que tienen que dar ejemplo?, ¿ejemplo de qué?, ¿que el poder es eso?, ¿que las grandes esferas tienen el poder de hacer y deshacer? Hay que estar muy mal de la cabeza para pegar, arrancar pelo, partir brazos, cabezas, labios, narices y que encima quede completamente impune de todo. ¿Qué puta mierda estamos fomentando?, ¿estamos en el 2015 o volveremos a quemar a brujas en la plaza mayor del pueblo?

Ojalá, algún día, se haga justicia con estos chicos. Y ojalá, algún día, esta basura que tenemos entre la sociedad acabe teniendo su merecido. No les deseo que les vaya mal, no les deseo que les vaya bien, sólo les deseo que tengan su merecido y se haga justicia.