También el periodismo y la libertad
de expresión. Más que nunca deberíamos de reflexionar todos y saber pedir
perdón al paso del tiempo.
Me refiero concretamente al gran
revuelo que se ha creado en Cataluña a partir de la emisión, en un canal filial
al de la Televisió de Catalunya (TV3), de un documental en el que se deja en
entre dicho los actos policiales de la guardia urbana de Barcelona un 4 de
febrero del 2006, bautizado desde entonces como 4F.
Dicho documental emitido en el canal
33, un sábado a las 22h, obtuvo una cuota de pantalla de casi el 20% en Cataluña.
Estamos hablando que ha sido la emisión más vista desde el nacimiento del
canal, con lo cual nos estamos moviendo en audiencias muy discretas.
Los hechos que el documental relata
son como ese día se celebraba una fiesta en un edificio propiedad del
Ayuntamiento de Barcelona, abandonado y conquistado por okupas, en el que un guardia
urbano acaba en estado vegetal. El policía es agredido con un objeto que le
impacta en la cabeza, le desploma y automáticamente le deja tetrapléjico para
el resto de la vida. A partir de ese momento, son detenidos 9 jóvenes, de los
cuales 5 son encarcelados. 5 jóvenes juzgados y encarcelados por algo que nunca
cometieron. Es en ese momento de la detención en donde los muchachos reciben
palizas y torturas por parte de la guardia urbana y en que se celebra un juicio
sin garantías. En un primer momento se les acusa de haber lanzado una
piedra que impactó en la cabeza del policía
en estado vegetal y es por ese motivo por lo que son condenados. Pero no todo
lo trágico concluye ahí. Una de las condenadas, Patricia Heras, se suicida en
su primer permiso penitenciario. Acto que lleva a cabo a razón de las
vejaciones a la que es sometida sistemáticamente, al trauma de estar cumpliendo
condena por algo que nunca cometió y al no ser capaz de gestionar en un momento
dado el pasar de estar encerrada entre cuatro paredes y obtener todo un mundo
completamente diferente: ‘libre’.
El documental, llamado ‘Ciutat Morta’
(ciudad muerta) detalla todo un seguido de irregularidades cometidas por parte
de los políticos de aquel momento, el Partido Socialista, de la guardia urbana
de Barcelona, de la jueza y de la justicia en general. Sería completamente
incapaz de poder hacer un resumen sin dejarme cosas importantes por el camino.
Lo más destacado es que se condenaron a los adolescentes sin tener prueba
alguna que les inculparan directamente. En un primer momento, el alcalde de
aquel año, Joan Clos (PSC), en una entrevista dijo que había sido una maceta
que había caído (o tirado alguien) desde el tejado según un informe policial
que él personalmente había leído. Al ser el Ayuntamiento responsable directo
del inmueble automáticamente esa teoría fue eliminada al momento y nunca más se
volvió a hablar de la maceta. Se continuó diciendo que había sido una piedra. Hasta
4 forenses de la defensa informaron que de haber sido una piedra lanzada desde
una posición horizontal hubiera tenido unas secuelas propias de ese lanzamiento
que el policía en coma no tiene. La teoría que fuera una maceta cobraba más sentido,
pues el urbano se desplomó, no fue lanzado hacia atrás. 2 forenses de la
acusación informaban que sí podría haber sido una piedra por las contusiones
que presentaba. La jueza creyó a la acusación. Como digo, nunca se presentaron
pruebas incriminatorias. Lo único que se aportó al juicio fueron unas piedras. Pero
no las que culpaban a nadie, solamente eran unas piedras “recogidas a unas
manzanas” para que la jueza “pudiera imaginarse” como eran los proyectiles que
podrían haber acabado en la cabeza del policía. Los acusados fueron detenidos a
pie de calle, no dentro del edificio. Exceptuando 2 personas. Patricia (la
fallecida) y su acompañante, Alfredo. Ambos habían estado de juerga y regresaban
a casa en bicicleta. Con la mala suerte que cayeron de ésta y acabaron en el
hospital. Fue entonces ahí, en el hospital, cuando fueron detenidos ambos por haber
participado en el acto fatídico. Lo único que se utilizó en contra de Patricia,
porque Alfredo fue indultado, fue un mensaje que tenía en el móvil en el que se
leía ‘¿te vienes a batear?’. No dramaticen, no se refería a hacer daño a nadie.
Sino a un bar del Raval, La Bata de boatiné. El bar era conocido entre su
circulo cercano como ‘la bata’. Adjetivo que se fue transformando al largo de
visitas habituales en ‘batear’.
¿Cuál es el nexo de unión entre
todos los chicos? Sus pintas. Todos vestían de forma no estándar. Uno llevaba
rastas, que le fueron arrancadas a base de tirones por los abusos policiales,
otro llevaba un look más bien de okupa (sin serlo) y la chica vestía igual que
la cantante Cyndi Lauper, con la mitad del cuero cabelludo cortado en forma de
cuadros, como un ajedrez.
Eso es un breve resumen de Ciutat
Morta que os invito a verlo. Está en YouTube y aunque parte es en catalán lo
encontraréis con subtítulos en castellano desde el inicio hasta el fin.
¿Por qué me refiero así a la
democracia, periodismo y libertad de expresión? Básicamente porque en un estado
de derecho esto nunca hubiera pasado. La presunción de inocencia es vital para
el estado de bienestar. Para una justicia imparcial. Y sobretodo para un juicio
con garantías. Queda bastante claro, una vez más, que la justicia no es igual
para todos. No somos tratados por igual. El que va vestido con traje y corbata
goza de unos beneficios que el que va en chándal (por decirlo de alguna manera)
no. ¿Populismo? No, realidad. No es de extrañar que alguien incluso cruce de
acera porque viene un grupo de personas (o incluso sólo una) vestido de una
manera diferente por cierto temor a su reacción al pasar por nuestro lado. No es
populismo decir que si tú vas a juicio y eres tú la acusación tienes que
presentar pruebas que incriminen a la otra parte. Pruebas verídicas, claro. De no
ser así no tienen valor en un juicio. En este caso vemos que nunca se presentó
nada que les inculpara a ellos directamente. La defensa solicitó que
testificara en el juicio el alcalde de Barcelona para que explicara qué decía
ese informe, dónde estaba el informe y quién era el responsable de ese informe
que él hacía alusión. Esa solicitud fue denegada.
¿Y el periodismo? Pues el periodismo
porque dejó claro en su día la parcialidad total que existe en los medios de comunicación.
La mayoría, con su afán de juzgar, achacaron todas las culpas a los jóvenes implicados.
Por ser unos (presuntos) antisistema. Cosa que se ha demostrado que podrán ser
muchas cosas excepto eso. Cuando la noticia salió a la luz (el 4 de febrero del
2006) todos los diarios se hicieron eco de la noticia. Tanto fue así que se
hicieron públicos los vídeos de las declaraciones judiciales. En concreto La Vanguardia, un diario catalán amigo del
poder político que en ese momento gobierne, publicó en su web todos los videos
que habían salido a la luz. Todos excepto uno, el más importante. El vídeo, que
un juez antes de la emisión por la televisión pública catalana censuró (5
min.), en que se refleja que el encargado de redactar los informes había
cometido un delito, la falsedad. Esos 5 minutos de video censurado a día de hoy
tiene más visitas en YouTube de lo que en su día el documental obtuvo en la emisión.
¿Cuál es la delgada línea entre la libertad de prensa y el partidismo?,
¿dejamos que nos informen o que nos manipulen?, ¿qué es la objetividad y qué se
enseña en periodismo? Entiendo que la imparcialidad cuesta y muchas veces es difícil
serlo pero alguien que tiene notoriedad pública, con un escrito en un diario,
puede influir más de lo que nosotros nos creamos. De echo, la manipulación llegó
(y llega) hasta tal extremo que los 2 policías, en lo que se basó el juicio
para determinar la culpabilidad de los 5 encarcelados, están a día de hoy
cumpliendo condena en una prisión por torturar, falsificar pruebas y falsificar
atestados en otro caso completamente diferente al 4F. Pues bien, en España ningún
medio de comunicación relacionó un caso con el otro. Ningún medio catalán se
hico eco de la noticia y de la relación que los dos policías tenían con casos
anteriores. La única televisión que sacó la noticia y la relacionó con los
adolescentes fue la televisión chilena, puesto que todos los detenidos eran
extranjeros y concretamente uno chileno.
¿Y la libertad de expresión?, ¿dónde
queda el poder decidir qué decir o que ponerte? La ropa no deja de ser una
manera de expresarte. Desenfada, divertida, dubitativa… puedes expresar mil
cosas con ella. Todos asociamos a un director de una oficina con traje y
corbata. O gente que es comercial. A una tribu en concreto. A un hipster, un
emo, un punk, unos ‘okupas’… ¿culpamos a todos los okupas de todo lo que pasa
relacionado con ellos?, ¿sabéis las cosas acertadas que también hacen?, ¿sabéis
que convierten los espacios abandonados en lugares sociales y del barrio haciendo
actividades de ocio en el que pueden participar todos los ciudadanos?, ¿los metemos
a todos en un mismo saco? Cuando se dicen que los políticos son unos ladrones y
saltan corriendo todos para defenderse, ¿por qué nos tenemos que creer su
historia y no la de los demás?, ¿por qué, dependiendo de cómo te vistas, tienes
más razón que otra persona? ¿A caso tu poder adquisitivo determina tu nivel de
culpabilidad?, ¿el que más tiene no roba?, ¿el que menos tiene no es honrado?
Tenemos ciertos prejuicios sociales y tendemos a ‘etiquetar’ a las personas,
encasillados por nuestra ignorancia y nuestra vista opaca a la realidad. Ahora
puede sonar a chiste que alguien diga que los gays eran portadores del SIDA por
el hecho de ser gay. Pero hace unos años atrás (y en la actualidad, pero con
menos frecuencia) eso pasaba. De hecho, solamente los homosexuales contraían la
enfermedad. ¿Disparatada comparación?, es posible. Pero el caso a tratar también
lo es.
Me da vergüenza que esto siga
pasando. Me da asco vivir en una sociedad presuntamente libre y que después no
lo sea. Que cuando hay que callar algo, se calla. Por intereses. Por miedos. Me
da igual. Aquí han fallado todos. Desde los políticos, hasta el último mono de
esta basura de circo. No se pudieron encontrar pruebas incriminatorias por
ninguna parte porque los servicios de limpieza BCNeta acudieron al rato de los
altercados y limpiaron la zona de arriba a bajo, por eso las piedras las
recogieron de “a unas manzanas” del lugar. De que mierda va hablar el Partido
Socialista de Cataluña con todos los pozos negros que tienen desde el PSOE
hasta el más miserable. Los policías tienen una pensión vitalicia por daños
morales, aún estando en prisión. Pensión que ronda casi los 2.000€. Diría que
hay que tener poca vergüenza, pero para tener poca implica haber tenido. Y esta
gentuza ni siquiera la ha conocido. Estamos hablando que la Guardia Urbana de
Barcelona acumula más denuncias por malos tratos que los Mossos d’Esquadra.
¿Realmente son ellos los que nos tienen que proteger?, ¿qué vida les esperan a
estos jóvenes? Pues de entrada a una de ellas ninguna vida le espera. Porque han
permitido que esta chica se quitara la vida por culpa de cuatro desgraciados
que los han utilizado para que la imagen del okupa decaiga más. Que han servido
para culpar de todos los males que la ciudad vivía en ese momento. Vergüenza, indignación,
odio, temor, inseguridad... no podría decir todo lo que siento cuando veo estas
cosas. ¿Son ellos los que tienen que dar ejemplo?, ¿ejemplo de qué?, ¿que el
poder es eso?, ¿que las grandes esferas tienen el poder de hacer y deshacer? Hay
que estar muy mal de la cabeza para pegar, arrancar pelo, partir brazos,
cabezas, labios, narices y que encima quede completamente impune de todo. ¿Qué puta
mierda estamos fomentando?, ¿estamos en el 2015 o volveremos a quemar a brujas
en la plaza mayor del pueblo?
Ojalá, algún día, se haga justicia
con estos chicos. Y ojalá, algún día, esta basura que tenemos entre la sociedad
acabe teniendo su merecido. No les deseo que les vaya mal, no les deseo que les
vaya bien, sólo les deseo que tengan su merecido y se haga justicia.
Me quito el sombrero. Chapeau!
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