miércoles, 21 de enero de 2015

La democràcia és morta

También el periodismo y la libertad de expresión. Más que nunca deberíamos de reflexionar todos y saber pedir perdón al paso del tiempo.

Me refiero concretamente al gran revuelo que se ha creado en Cataluña a partir de la emisión, en un canal filial al de la Televisió de Catalunya (TV3), de un documental en el que se deja en entre dicho los actos policiales de la guardia urbana de Barcelona un 4 de febrero del 2006, bautizado desde entonces como 4F.

Dicho documental emitido en el canal 33, un sábado a las 22h, obtuvo una cuota de pantalla de casi el 20% en Cataluña. Estamos hablando que ha sido la emisión más vista desde el nacimiento del canal, con lo cual nos estamos moviendo en audiencias muy discretas.

Los hechos que el documental relata son como ese día se celebraba una fiesta en un edificio propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, abandonado y conquistado por okupas, en el que un guardia urbano acaba en estado vegetal. El policía es agredido con un objeto que le impacta en la cabeza, le desploma y automáticamente le deja tetrapléjico para el resto de la vida. A partir de ese momento, son detenidos 9 jóvenes, de los cuales 5 son encarcelados. 5 jóvenes juzgados y encarcelados por algo que nunca cometieron. Es en ese momento de la detención en donde los muchachos reciben palizas y torturas por parte de la guardia urbana y en que se celebra un juicio sin garantías. En un primer momento se les acusa de haber lanzado una piedra  que impactó en la cabeza del policía en estado vegetal y es por ese motivo por lo que son condenados. Pero no todo lo trágico concluye ahí. Una de las condenadas, Patricia Heras, se suicida en su primer permiso penitenciario. Acto que lleva a cabo a razón de las vejaciones a la que es sometida sistemáticamente, al trauma de estar cumpliendo condena por algo que nunca cometió y al no ser capaz de gestionar en un momento dado el pasar de estar encerrada entre cuatro paredes y obtener todo un mundo completamente diferente: ‘libre’.

El documental, llamado ‘Ciutat Morta’ (ciudad muerta) detalla todo un seguido de irregularidades cometidas por parte de los políticos de aquel momento, el Partido Socialista, de la guardia urbana de Barcelona, de la jueza y de la justicia en general. Sería completamente incapaz de poder hacer un resumen sin dejarme cosas importantes por el camino. Lo más destacado es que se condenaron a los adolescentes sin tener prueba alguna que les inculparan directamente. En un primer momento, el alcalde de aquel año, Joan Clos (PSC), en una entrevista dijo que había sido una maceta que había caído (o tirado alguien) desde el tejado según un informe policial que él personalmente había leído. Al ser el Ayuntamiento responsable directo del inmueble automáticamente esa teoría fue eliminada al momento y nunca más se volvió a hablar de la maceta. Se continuó diciendo que había sido una piedra. Hasta 4 forenses de la defensa informaron que de haber sido una piedra lanzada desde una posición horizontal hubiera tenido unas secuelas propias de ese lanzamiento que el policía en coma no tiene. La teoría que fuera una maceta cobraba más sentido, pues el urbano se desplomó, no fue lanzado hacia atrás. 2 forenses de la acusación informaban que sí podría haber sido una piedra por las contusiones que presentaba. La jueza creyó a la acusación. Como digo, nunca se presentaron pruebas incriminatorias. Lo único que se aportó al juicio fueron unas piedras. Pero no las que culpaban a nadie, solamente eran unas piedras “recogidas a unas manzanas” para que la jueza “pudiera imaginarse” como eran los proyectiles que podrían haber acabado en la cabeza del policía. Los acusados fueron detenidos a pie de calle, no dentro del edificio. Exceptuando 2 personas. Patricia (la fallecida) y su acompañante, Alfredo. Ambos habían estado de juerga y regresaban a casa en bicicleta. Con la mala suerte que cayeron de ésta y acabaron en el hospital. Fue entonces ahí, en el hospital, cuando fueron detenidos ambos por haber participado en el acto fatídico. Lo único que se utilizó en contra de Patricia, porque Alfredo fue indultado, fue un mensaje que tenía en el móvil en el que se leía ‘¿te vienes a batear?’. No dramaticen, no se refería a hacer daño a nadie. Sino a un bar del Raval, La Bata de boatiné. El bar era conocido entre su circulo cercano como ‘la bata’. Adjetivo que se fue transformando al largo de visitas habituales en ‘batear’.

¿Cuál es el nexo de unión entre todos los chicos? Sus pintas. Todos vestían de forma no estándar. Uno llevaba rastas, que le fueron arrancadas a base de tirones por los abusos policiales, otro llevaba un look más bien de okupa (sin serlo) y la chica vestía igual que la cantante Cyndi Lauper, con la mitad del cuero cabelludo cortado en forma de cuadros, como un ajedrez.

Eso es un breve resumen de Ciutat Morta que os invito a verlo. Está en YouTube y aunque parte es en catalán lo encontraréis con subtítulos en castellano desde el inicio hasta el fin.

¿Por qué me refiero así a la democracia, periodismo y libertad de expresión? Básicamente porque en un estado de derecho esto nunca hubiera pasado. La presunción de inocencia es vital para el estado de bienestar. Para una justicia imparcial. Y sobretodo para un juicio con garantías. Queda bastante claro, una vez más, que la justicia no es igual para todos. No somos tratados por igual. El que va vestido con traje y corbata goza de unos beneficios que el que va en chándal (por decirlo de alguna manera) no. ¿Populismo? No, realidad. No es de extrañar que alguien incluso cruce de acera porque viene un grupo de personas (o incluso sólo una) vestido de una manera diferente por cierto temor a su reacción al pasar por nuestro lado. No es populismo decir que si tú vas a juicio y eres tú la acusación tienes que presentar pruebas que incriminen a la otra parte. Pruebas verídicas, claro. De no ser así no tienen valor en un juicio. En este caso vemos que nunca se presentó nada que les inculpara a ellos directamente. La defensa solicitó que testificara en el juicio el alcalde de Barcelona para que explicara qué decía ese informe, dónde estaba el informe y quién era el responsable de ese informe que él hacía alusión. Esa solicitud fue denegada.

¿Y el periodismo? Pues el periodismo porque dejó claro en su día la parcialidad total que existe en los medios de comunicación. La mayoría, con su afán de juzgar, achacaron todas las culpas a los jóvenes implicados. Por ser unos (presuntos) antisistema. Cosa que se ha demostrado que podrán ser muchas cosas excepto eso. Cuando la noticia salió a la luz (el 4 de febrero del 2006) todos los diarios se hicieron eco de la noticia. Tanto fue así que se hicieron públicos los vídeos de las declaraciones judiciales. En concreto  La Vanguardia, un diario catalán amigo del poder político que en ese momento gobierne, publicó en su web todos los videos que habían salido a la luz. Todos excepto uno, el más importante. El vídeo, que un juez antes de la emisión por la televisión pública catalana censuró (5 min.), en que se refleja que el encargado de redactar los informes había cometido un delito, la falsedad. Esos 5 minutos de video censurado a día de hoy tiene más visitas en YouTube de lo que en su día el documental obtuvo en la emisión. ¿Cuál es la delgada línea entre la libertad de prensa y el partidismo?, ¿dejamos que nos informen o que nos manipulen?, ¿qué es la objetividad y qué se enseña en periodismo? Entiendo que la imparcialidad cuesta y muchas veces es difícil serlo pero alguien que tiene notoriedad pública, con un escrito en un diario, puede influir más de lo que nosotros nos creamos. De echo, la manipulación llegó (y llega) hasta tal extremo que los 2 policías, en lo que se basó el juicio para determinar la culpabilidad de los 5 encarcelados, están a día de hoy cumpliendo condena en una prisión por torturar, falsificar pruebas y falsificar atestados en otro caso completamente diferente al 4F. Pues bien, en España ningún medio de comunicación relacionó un caso con el otro. Ningún medio catalán se hico eco de la noticia y de la relación que los dos policías tenían con casos anteriores. La única televisión que sacó la noticia y la relacionó con los adolescentes fue la televisión chilena, puesto que todos los detenidos eran extranjeros y concretamente uno chileno.

¿Y la libertad de expresión?, ¿dónde queda el poder decidir qué decir o que ponerte? La ropa no deja de ser una manera de expresarte. Desenfada, divertida, dubitativa… puedes expresar mil cosas con ella. Todos asociamos a un director de una oficina con traje y corbata. O gente que es comercial. A una tribu en concreto. A un hipster, un emo, un punk, unos ‘okupas’… ¿culpamos a todos los okupas de todo lo que pasa relacionado con ellos?, ¿sabéis las cosas acertadas que también hacen?, ¿sabéis que convierten los espacios abandonados en lugares sociales y del barrio haciendo actividades de ocio en el que pueden participar todos los ciudadanos?, ¿los metemos a todos en un mismo saco? Cuando se dicen que los políticos son unos ladrones y saltan corriendo todos para defenderse, ¿por qué nos tenemos que creer su historia y no la de los demás?, ¿por qué, dependiendo de cómo te vistas, tienes más razón que otra persona? ¿A caso tu poder adquisitivo determina tu nivel de culpabilidad?, ¿el que más tiene no roba?, ¿el que menos tiene no es honrado? Tenemos ciertos prejuicios sociales y tendemos a ‘etiquetar’ a las personas, encasillados por nuestra ignorancia y nuestra vista opaca a la realidad. Ahora puede sonar a chiste que alguien diga que los gays eran portadores del SIDA por el hecho de ser gay. Pero hace unos años atrás (y en la actualidad, pero con menos frecuencia) eso pasaba. De hecho, solamente los homosexuales contraían la enfermedad. ¿Disparatada comparación?, es posible. Pero el caso a tratar también lo es.

Me da vergüenza que esto siga pasando. Me da asco vivir en una sociedad presuntamente libre y que después no lo sea. Que cuando hay que callar algo, se calla. Por intereses. Por miedos. Me da igual. Aquí han fallado todos. Desde los políticos, hasta el último mono de esta basura de circo. No se pudieron encontrar pruebas incriminatorias por ninguna parte porque los servicios de limpieza BCNeta acudieron al rato de los altercados y limpiaron la zona de arriba a bajo, por eso las piedras las recogieron de “a unas manzanas” del lugar. De que mierda va hablar el Partido Socialista de Cataluña con todos los pozos negros que tienen desde el PSOE hasta el más miserable. Los policías tienen una pensión vitalicia por daños morales, aún estando en prisión. Pensión que ronda casi los 2.000€. Diría que hay que tener poca vergüenza, pero para tener poca implica haber tenido. Y esta gentuza ni siquiera la ha conocido. Estamos hablando que la Guardia Urbana de Barcelona acumula más denuncias por malos tratos que los Mossos d’Esquadra. ¿Realmente son ellos los que nos tienen que proteger?, ¿qué vida les esperan a estos jóvenes? Pues de entrada a una de ellas ninguna vida le espera. Porque han permitido que esta chica se quitara la vida por culpa de cuatro desgraciados que los han utilizado para que la imagen del okupa decaiga más. Que han servido para culpar de todos los males que la ciudad vivía en ese momento. Vergüenza, indignación, odio, temor, inseguridad... no podría decir todo lo que siento cuando veo estas cosas. ¿Son ellos los que tienen que dar ejemplo?, ¿ejemplo de qué?, ¿que el poder es eso?, ¿que las grandes esferas tienen el poder de hacer y deshacer? Hay que estar muy mal de la cabeza para pegar, arrancar pelo, partir brazos, cabezas, labios, narices y que encima quede completamente impune de todo. ¿Qué puta mierda estamos fomentando?, ¿estamos en el 2015 o volveremos a quemar a brujas en la plaza mayor del pueblo?

Ojalá, algún día, se haga justicia con estos chicos. Y ojalá, algún día, esta basura que tenemos entre la sociedad acabe teniendo su merecido. No les deseo que les vaya mal, no les deseo que les vaya bien, sólo les deseo que tengan su merecido y se haga justicia.

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