sábado, 22 de noviembre de 2014

Felicidades democracia

El pasado 20 de noviembre se cumplieron tres años de victoria. Toda la cúpula del PP celebrara desde su balcón en Génova la mayoría absoluta ganada en las elecciones. 186 escaños. Lo que supuso el mejor dato de la historia del partido popular.

Muchas cosas han cambiado desde esa mayoría aplastante. Me pregunto qué habrá pasado para que el número de votos que le apoyaban haya bajado, respecto al 2011, del 44.6% al 27.5%.

Pues bien, quizá haya influido en la pérdida de confianza las promesas incumplidas. Rajoy nos aseguró que cuando gobernara bajaría el paro. Según datos de la EPA, antes de la llegada a la Moncloa del PP, el paro era de 4.978.000 personas, tres años después esa cifra no sólo no ha bajado sino que ha aumentado a 5.427.000 personas.

El presidente también prometió devolvernos el estado del bienestar que según el habíamos perdido con los gobiernos socialistas. Sin embargo, el gobierno, sólo el primer año, en 2012, recortó 10 mil millones de euros en sanidad y educación, mientras los bancos recibían entorno a 50 mil millones de euros en ayudas para apaliar sus fechorías.

Este ‘tijeretazo’ se une a la de la dependencia, que entre 2011 y 2013 sufrió un recorte del 23%. Ajustes cuando la población sufre unos cambios dramáticos. Y es que según Caritas el 25% de la población española vive en situación de exclusión, más de 11 millones de personas. Además, nuestro país es el segundo de la Unión Europea con la tasa más alta de pobreza infantil, sólo por detrás de Rumanía.

Se suma además que debido a la situación en la que vivimos, donde los ciudadanos salimos a protestar a la calle, el consejo de ministros ha dado luz verde a la ley de seguridad ciudadana que limita el derecho de manifestación y libertad de expresión e impone multas de hasta 600 mil euros por infracciones graves y hasta mil euros por las leves.

Puede también que haya ayudado a la pérdida de confianza todos los casos de corrupción en los que se han visto implicados el PP. Gurtel, Burgal, caso púnica, tarjetas ‘black’, Bárcenas… esos papeles en los que aparecía hasta el nombre del presidente como presunto destinatario de sobre sueldos.

Prometer, por ejemplo, en 2012 dar la cara ante cualquier problema. Y tres años después ver como los periodistas han de arrodillarse para grabar una tele de plasma en la que sale Rajoy haciendo una conferencia en la habitación de al lado. O no pronunciarse respecto a ningún caso de corrupción en concreto o no nombrar a las personas implicadas. Así como no ayudar a la justicia a hacer su trabajo.

Y la lista podría ir agrandándose pero seria demasiado dramático para hacerse en solo una lectura… sí, este es el gobierno que han querido tner y al que le han dado mayoría absoluta. Alguien que ha hecho todo lo contrario a lo que decía. Y que según comentan las encuestas seguirían gobernando en las próximas elecciones. Nos estafan, mienten y roban y aún así les seguiríais votando. Muchas veces he dicho, y lo pienso, que tenemos un grave problema con la política de nuestro país, pero tras varios años, me estoy empezando a replantear esa idea. Y es que estoy empezando a creer que el problema no lo tiene nuestra política sino nuestros habitantes que votan. Que al fin y al cabo, los que están, son el fiel reflejo de la sociedad que les ha votado.

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